Morderse las uñas es un hábito compulsivo que suele comenzar en la niñez (por observación de otros que lo hacen) y que puede provocar múltiples lesiones: deformación de la cutícula, aparición de verrugas, infecciones en los dedos, problemas dentales… En los casos más graves, este hábito, conocido científicamente como onicofagia, puede desembocar incluso en la pérdida total de la uña.
Consecuencias de morderse las uñas
Generalmente, las personas que se muerden las uñas coinciden en que no pueden controlar este impulso y en que a menudo ni siquiera son conscientes de que lo están llevando a cabo. Si tú eres una de estas personas, lo que vamos a contarte te interesa.
- Se produce un deterioro en los dientes, sobre todo en los incisivos superiores e inferiores, que son los que generalmente se utilizan para mordisquear las uñas. Por su parte, el esmalte dental también resulta dañado y cuando existen restauraciones y empastes, estos también pueden verse deteriorados.
- Aumenta el riesgo de sufrir caries y se deforman tanto las encías como el paladar.
- Los dientes se vuelven más débiles. En ocasiones, cuando el hábito se perpetúa de por vida, las piezas dentales pueden llegar a aflojarse.
- Puede producirse apiñamiento de los dientes por efecto de la mordida constante y es común que aparezca dolor en la mandíbula, así como dificultades para masticar.
- Morderse las uñas favorece la proliferación de bacterias que, a su vez, favorece el mal aliento y la aparición de infecciones bucales como la gingivitis. De la misma forma, también resulta habitual que aparezcan aftas y llagas en la boca.
¿Por qué nos mordemos las uñas?
Por lo general, morderse las uñas es un hábito más común en personas que sufren ansiedad y que tienden a reprimir los síntomas de este trastorno. De esta forma, muchos psicólogos coinciden en que la onicofagia obedece a una pauta de control cerebral cuyo fin estriba en amortiguar los efectos psíquicos de una situación que rechazamos: estrés, miedo, nerviosismo… Según otras teorías, puede existir una predisposición genética a hacerlo y, de acuerdo a la Asociación Americana de Psiquiatría, este hábito podría formar parte de los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo.
Cómo dejar de morderse las uñas
- Identifica en qué momentos te muerdes las uñas y trata de evitar esas situaciones. Si, por ejemplo, acostumbras a hacerlo cuando estás aburrido, evita los ratos muertos y trata de tener algo entre las manos en los momentos en que estés más desocupado.
- Evita el consumo de sustancias estimulantes como el café, las bebidas alcohólicas o el tabaco. Estas solo aumentarán tu ansiedad y te llevarán a morderte con más frecuencia las uñas.
- Cuando te entren ganas de morderte las uñas, ten a mano un sustitutivo. Puedes tomar un bocado de algo saludable o probar a hacer algunas respiraciones.
- Cuida tus uñas llevándolas siempre bien recortadas, limadas e hidratadas (o píntatelas). Si las ves con buen aspecto te entrarán menos ganas de mordisquearlas.
- Utiliza un esmalte especial con un sabor desagradable que te disuada de mordisquear tus uñas. Aplícalo diariamente, quítatelo una vez a la semana y vuelve a empezar hasta que consigas acabar con este hábito.
Si te preocupa algún aspecto relacionado con tu salud bucodental, en Clínica Dental Cubdens en Barcelona podemos ayudarte. No dudes en pedir cita con nosotros y te informaremos de todo lo que podemos hacer por ti. Nos encontrarás en nuestra clínica dental en Les Corts y en la clínica dental en Nou Barris.
Deja tu comentario