El sarro en los dientes se debe a la acumulación y solidificación de la placa bacteriana sobre estos. Pero también aparece en los bordes de las encías e, incluso, debajo de estas, convirtiéndose así en invisible pero no por ello en menos dañino. La acumulación de sarro en nuestra boca no solo es muy antiestética, sino que además puede provocar graves patologías bucodentales como, por ejemplo, la caries o enfermedades periodontales como la gingivitis. Por ello, debemos prevenir su aparición y proteger así nuestra sonrisa.
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¿Cómo se crea el sarro dental?
Es posible que ya sepas que, por el solo hecho de usar los dientes para masticar, quedan en estos restos de comida, saliva y microorganismos que, juntos, acaban conformando la placa dental. Este es el motivo por el que debes llevar a cabo una buena higiene bucal después de cada comida. Y es que dicha placa, si no es eliminada con regularidad de los dientes, se acaba solidificando y convirtiéndose así en sarro, también conocido como cálculo dental.
Como bien te puedes imaginar, una vez generado el sarro, resulta más complejo de eliminar que la placa bacteriana, debido precisamente a su solidez. Por este motivo, la mejor opción para la salud de tu boca es la prevención.
¿Cómo prevenir el sarro?
Hacerlo es más fácil de lo que te imaginas. Para evitar su aparición debes tener especial cuidado en quitar bien la placa bacteriana de forma regular y constante. Para ello, te damos cinco consejos que no debes olvidar:
- El cepillado de los dientes después de cada comida resulta imprescindible para eliminar restos y evitar que la placa tenga una base sobre la que formarse.
- Dado que el cepillo de dientes no llega a todos los rincones, el uso de seda dental es una de las mejores maneras de asegurarte de que limpias hasta el último resquicio, especialmente, si tienes los dientes muy juntos.
- Si tienes los dientes lo suficientemente separados, no te olvides de los cepillos interdentales, que llegarán allá donde tu cepillo habitual no alcance y donde la seda dental resulte demasiado fina.
- Es importante no olvidar, a la hora del cepillado, que la lengua y la cara interior de las mejillas también pueden acumular restos y generar placa bacteriana, por lo que debes cepillar estas partes también. Eso sí, hazlo con suavidad, ya que se trata de zonas más delicadas que los propios dientes.
- Por último, una vez acabada tu rutina de higiene oral, aprovecha para rematarla con un buen colutorio que, además de llevarse cualquier resto que pueda habérsete pasado por alto, te dejará un buen sabor de boca.
Asimismo, desde el punto de vista estético, sería interesante que evitaras el té y el café, dado que ambos tiñen el sarro haciéndolo así más visible.
¿Qué hacer si ya tienes sarro?
Si en el momento de leer esto te encuentras con que tus dientes ya tienen una acumulación de sarro, tampoco debes asustarte, pues todo tiene solución. Tan solo debes acudir a tu especialista en odontología. Este se encargará de realizarte una limpieza dental completa y específica para eliminar el sarro en tus dientes.
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Después de esta, no olvides seguir todos los consejos del apartado anterior para evitar en lo posible que el sarro vuelva a aparecer. Y, por supuesto, recuerda acudir regularmente al dentista.
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